Edición 35, Marzo 2022

Editorial


A veces me pregunto si nuestro editor, tan aficionado a la carretera, sigue viajando también con la manta, tan propia de los camineros y viajeros del siglo XIX. Carretera y manta ha sido la expresión que ha definido al viajero. Ignoro si nuestro editor echa o no la manta al coche, pero si puedo asegurar que hace más kilómetros que «el baúl de la Piquer».


Bromas aparte, nuestro editor a lomos de su viejo utilitario, este mes ha puesto rumbo a la comarca de Daroca, para acercarse hasta la Aldehuela de Liestos, donde el visitante no debe perderse unos parajes tan singulares como son: las Hoces del Rio Piedra; grutas naturales del Romeral y La del Cederal todas ellas dignas de recorrer, así como su templo del siglo XVII, dedicado a Nuestra Señora de la Asunción. Sin salir de la Comarca de Daroca, nuestra revista se detiene en el Club de Montaña de Daroca, que desde diciembre de 1989 viene fomentando esta práctica deportiva y difundiendo la belleza de los paisajes aragoneses.


No perdemos de vista el ocio y las tradiciones de Aragón, volvemos los ojos hacia Fuentes Claras y nos detenemos en el juego de bolos que practican las mujeres en esta localidad del Jiloca. Un entretenimiento muy arraigado, cuyas normas pasaban por tradición oral de madres a hijas. Y sin dejar el Jiloca, ponemos rumbo a Bello, para hablar con su alcalde Jaime Barrado, que desde 2011 rige los destinos de esta localidad de poco más de doscientos veinte habitantes. En su iglesia, el visitante puede disfrutar de la pintura de Francisco Bayeu «La Sagrada familia», donado por un ilustre hijo de la localidad, donante Juan Francisco Marco y Catalá.


El Jiloca es tierra fría en sus inviernos, de ello ha venido dando fe el Centro de Ayuda para la Navegación Aérea y Observatorio Meteorológico Calamocha-VOR, que desde 1959 ha recogido las temperaturas más bajas de España, como nos contará nuestro colaborador Manuel García Gargallo.


Por último, además de las firmas de nuestros colaboradores, Rosa Tovar, Angela Ibáñez, nuevamente nuestro colaborador Pascual, nos lleva de nuevo hasta Daroca, donde nos acerca a la figura de su patrón Santo Tomás de Aquino, uno de los pensadores más relevantes del siglo XIII, que tendrá un papel fundamental en el devenir del pensamiento universal, así como de la Iglesia. Santo Tomás, junto con San Agustín, podemos decir que constituyeron una revolución de la historia del pensamiento. De la mano del primero, occidente se acercó al pensamiento aristotélico y pudo conjugar la fe con el pensamiento de este. Sin duda el principal representante de la escuela escolástica y uno de los considerados doctores de la Iglesia. No es por tanto de extrañar que Daroca se acoja a su protección.


Esperemos que los lectores disfruten de la revista y nos vemos, como siempre en abril.

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