Edición 20, febrero de 2020
Editorial
La Tajadera sigue intentando ofrecer otra mirada sobre la provincia de Teruel. Su lado más humano y dinámico. Quienes están al frente de sus instituciones y sus preocupaciones. Mirar Teruel con otros ojos es posible. Y desde aquí nos gusta hacerlo.
Una de las instituciones más activas de la provincia y quien se encarga de proveer y ayudar a los ayuntamientos en sus servicios esenciales es, sin lugar a dudas, la Diputación provincial de Teruel. Sin ella, los municipios quedarían desguarnecidos frente a necesidades como el mantenimiento de carreteras que discurren por la provincia, el servicio de bomberos, desarrollo rural, apoyo a la cultura, apoyo a las ferias locales, al turismo, la infancia, la mujer son objeto del trabajo de la Institución. En esta edición, La Tajadera, se asoma al lado más cercano de la misma, con las entrevistas a su Presidente y Vicepresidente.
Como no puede ser de otra manera, nos inquieta el estado de nuestros ríos y por ello iniciamos una serie de artículos, que se prolongarán en algún número más, para conocer los mismos nos acercaremos a las aguas y riegos de los ríos Cella, Jiloca, Pancrudo y Huerva.
Como venimos haciendo desde hace ya bastantes números, queremos conocer a los alcaldes que trabajan por los vecinos de varios municipios, de este modo, además de los alcaldes de Calamocha y Gúdar, nos acercaremos a los de Bueña, Badules, Villafranca, Ferreruela, Lanzuela, Villahermosa y Pozondón.
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Si quieres estar al día de nuestros reportajes, o disponer de nuestra revista física.En ese caminar por el lado más humano que rodea a la provincia de Teruel, incluimos la figura de un tratante de ganado, ya jubilado y que fue alcalde de Torrijo del Campo durante catorce años, antes de la llegada de la democracia a España. No faltan en este número los espacios alternativos dedicados al silencio y a la soledad. Esta última, cuando no es conscientemente buscada, se ha convertido en uno de los grandes azotes de nuestros mayores y merece una especial atención por pate de todos. Somos personas esencialmente sociales y tenemos necesidades de comunicación, de mostrar afectos, preocupaciones, temores y nuestros estados de ánimo.
Este es un número que da continuidad a los que venimos publicando y que marca las pautas de lo que es y será La Tajadera en un futuro. Eso no quita para que nuestro editor siga haciendo kilómetros y perdiéndose a veces en los caminos entre pueblo y pueblo. Algún día le veremos aparecer en Madrid, ya que una vez que coge el coche, a veces, no sabe parar