Edición 27, Abril y Mayo de 2021
Editorial
En este 2021 se cumplen 275 años del nacimiento del pintor de Fuendetodos. Francisco de Goya supo retratar su época. Desde los cartones para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, donde plasmó escenas populares como La Gallinita Ciega; El Choricero de Salamanca o El Cacharrero, por citar algunos, hasta los horrores de una España en guerra con el invasor francés o el Duelo a Garrotazos, muestra de una España enfrentada. Una lucha entre afrancesados y liberales, que identificaba la situación del país en ese momento. Le dejo al lector -a su imaginación- el pensar si en nuestro tiempo, no hay algo de ese enfrentamiento entre españoles. Nuestro buen amigo y colaborador el darocense, Pascual, trae a éstas páginas, un artículo recordando al genio aragonés.
También traemos a estas páginas, de la mano de nuestro colaborador Manuel una visión sobre las ermitas de Fuentes Claras, que cuenta con varios templos destinados a honrar a sus patronos.
Aragón es paisaje y costumbres, estás últimas son huéspedes habituales de nuestra revista, de modo que lavaderos, peirones y algún cuaderno de viajes, trasladan al lector al mundo rural turolense, que aunque despoblado, no deja de ser un tesoro que aporta nuevos descubrimientos al caminante. Quienes no se hayan adentrado por los caminos y campos de esta tierra, encuentran en estas páginas nuevos motivos para emprender la ruta y disfrutar de la paz del mundo rural.
Para aquellos que no conozcan el significado de los peirones, conviene acudir al Diccionario de la RAE, que establece a propósito del peirón: «lugar devoto que suele haber junto a las entradas o salidas de los pueblos y junto a los caminos, con una cruz o imagen». Muchas veces delimitaban la entrada al término municipal e incluso en Aragón cumplieron la función de humilladero, para albergar la picota o rollo, que se emplazaba junto al camino principal, alejado de los núcleos de población, por encerrar la picota en su centro, en él se ejecutaban las penas civiles de muerte y azotes, se exponían en las «horcas» de picota las cabezas de los ajusticiados, y además se cumplían otras penas de infamia de significación religiosa. Para aquellos que no conozcan el significado de los peirones, conviene acudir al Diccionario de la RAE, que establece a propósito del peirón: «lugar devoto que suele haber junto a las entradas o salidas de los pueblos y junto a los caminos, con una cruz o imagen». Muchas veces delimitaban la entrada al término municipal e incluso en Aragón cumplieron la función de humilladero, para albergar la picota o rollo, que se emplazaba junto al camino principal, alejado de los núcleos de población, por encerrar la picota en su centro, en él se ejecutaban las penas civiles de muerte y azotes, se exponían en las «horcas» de picota las cabezas de los ajusticiados, y además se cumplían otras penas de infamia de significación religiosa.
Nuestro editor, Manel, hombre avezado en las relaciones humanas y que ha tratado profesionalmente a muchas personas, nos habla «A corazón abierto» y en una serie de artículos nos desbroza diversos aspectos que afectan al ánima en el día a día.
Adentrémonos en las páginas de este número y sigamos descubriendo, como en cada «Tajadera» un poco más de nuestro Aragón y su discurrir por tierras de Teruel y Zaragoza.