Edición 46-47, Abril y Mayo 2023
Editorial
Nuevamente La Tajadera profundiza en las raíces de Teruel y sus territorios. En esta ocasión, lo hacemos de la mano de dos historiadores que, se incorporan a la misma como colaboradores: Rubén Sáenz Abad y Javier Ibáñez González. En este caso nos acercan al Territorio Monte Gaudio, formado por los municipios que constituyeron históricamente el núcleo de poder de la antigua orden militar del Monte Gaudio y que fueron Alfambra, Camañas, Celadas, Escorihuela, Orrios, Perales del Alfambra y Fuentes Calientes. Aún nos queda mucho por explorar en la provincia de Teruel.
La figura y obra de Mosén Antonio Colas Sicilia viene también a este número. Si el viajero se acerca hasta la localidad Zaragozana de Nuévalos, allí puede encontrar una estatua sobre este polifacético personaje del siglo XVIII. Su trasvase de aguas del río Piedra al río Ortiz (Nuévalos) acometido hace 200 años, es contado por el decano del colegio de ingenieros de Montes de Aragón, Ignacio Pérez-Soba.
Si bien los más conocidos, sin duda, son Los Corporales de Daroca, otras localidades de Aragón, cuentan también con estas reliquias. Es el caso de Cimballa y Aniñón. De estos últimos que se salvaron milagrosamente de un incendio de la Iglesia, nos habla nuestro colaborador Pascual Sánchez.
En el margen del río Jiloca, frente a la ermita de la Virgen del Moral, se encuentran los restos de un lavadero de lanas, en la localidad del Poyo del Cid. Su actividad se inicia en 1666 y hay constancia de su funcionamiento hasta mediados del siglo XIX. Sin duda, la ganadería ovina ha constituido una de las actividades más importantes y productivas de la provincia. Actualmente se conserva la gran caldera de obra para hervir el agua que se aplicaba a la lana, dentro de un edificio de mampostería del que se conservan los muros perimetrales y al menos tres pilas cubiertas por la maleza. También se conserva una bodega y los muros perimetrales de las diferentes edificaciones. Acerca del mismo nos ilustra otro de nuestros colaboradores, Manuel Gª Gargallo.
Para los amantes de la geología, la historia geológica de Teruel es muy antigua y prolongada en el tiempo. Desde el Cámbrico Inferior, hace 540 millones de años, afloran formaciones rocosas. El clima semiárido facilita la observación de los estratos, muy abundantes en fósiles. En esta ocasión Paco Marquínez, nos acerca un poco más a estas riquezas de la provincia, que son objeto de estudio en todas las facultades de geología de España.
Nuestro editor hace una crónica de las Jornadas por el Centenario de la restauración hidrológico-forestal de la Dehesa de los Enebrales que, en unas interesantísimas jornadas celebradas a mediados del mes de abril, han puesto de manifiesto la lucha de nuestros ingenieros forestales, desde finales de XIX hasta el siglo XX, la lucha contra la torrencialidad de las ramblas y cómo figuras como Nicolás Ricardo García Cañada (1866-1947) decidió afrontar el problema. Lucha que, otros grandes Ingenieros de Montes, como Antonio Pascual Yarza (1894-1952) o Miguel Navarro Garnica (1914-1993) continuaron la restauración forestal de la cuenca del Jiloca. La casa forestal de la Dehesa de los Enebrales, construida en 1923 con motivo de esa repoblación histórica, permanece como símbolo de esa lucha y ha sido recordada en el transcurso de las citadas jornadas.
En esta primavera cálida y seca, seguimos esperando unas lluvias que no terminan de llegar, pese a que ya se han iniciado rogativas y procesiones en distintos puntos de España, a la espera de esa bendición imprescindible.