Edición 24, Septiembre y Octubre de 2020
Editorial
No son nuevos ni buenos tiempos para los ciudadanos del mundo y tampoco para los de Aragón. La crisis sanitara, que pareció ceder un poco a finales de mayo, ha vuelto por sus fueros, con nuevos rebrotes y confinamientos, que están agravando el deterioro económico y empobreciendo a marchas forzadas a una parte de nuestra sociedad.
Como un rio desbordado, está anegando nuestras vidas y dejando en las riberas un manto de incertidumbre y a veces miseria, que no distingue entre unos y otros. Hoy los bancos de alimentos nos necesitan más que nunca y la solidaridad ha de ser un instrumento imprescindible para nuestra convivencia.
La riada, lamentablemente, ha llegado hasta La Tajadera. Hemos agotado los fondos de resistencia y ello nos obliga a adoptar dos decisiones. La primera, acudir a nuestra cita con los lectores de modo bimestral, ahorrando costes de edición que es lo que más nos está afectando. La segunda hemos decidió crear una Asociación Cultural de Amigos de la Tajadera, mediante la cual, podamos poner en manos de nuestros lectores, este instrumento que no solo difunde información, sino que pretende llamar a nuestros vecinos a visitarnos, para mostrar las inmensas riquezas patrimoniales, históricas, gastronómicas, naturales y paisajísticas de Teruel y su provincia. Nacimos en el Jiloca, pero poco a poco, fuimos abriendo sucesivas tajaderas que difunden sus aguas a lo largo y ancho de la provincia.
En este número hemos querido detenernos en la historia ferroviaria de Teruel.
En lo que es y ha sido, con una línea Zaragoza-Sagunto, en la que la estación Caminreal-Fuentes Claras, ha jugado un papel imprescindible y que encara un nuevo futuro, con el museo de Ferrocarril, que pronto será una realidad. Una estación, que nació en 1901 y que fue testigo de una línea férrea Calatayud-Cidad Dosante, un proyecto ferroviario español de comienzos del siglo XX que nunca se llegó a completar.
Teruel es un espacio vivo, no muy habitado, pero vivo. Y muchas veces nos pasan desapercibidas actividades y proyectos muy importantes que, acostumbrados a convivir con los mismos, no les damos la relevancia que tienen para Aragón, la provincia y su desarrollo agrario. Me refiero, en este caso al grupo cooperativo
Cereales Teruel con cuyo presidente hemos conversado largamente.
También en este número ponemos la mirada en varios de nuestros municipios, con cuyos alcaldes hemos querido mantener una charla distendida. Las localidades de Visiedo, Lidón y Perales de Alfambra, son objeto de nuestra atención en este número. Como cada mes, tenemos las colaboraciones de nuestros amigos de Daroca y Fuentes Claras.
Querido lector, La Tajadera es una realidad que nació como un instrumento de acercamiento a la realidad de Teruel y sus riquezas. Poco a poco se ha ido convirtiendo en un patrimonio de sus lectores y amigos, que la han hecho suya. Por ello, para continuar el camino iniciado hace cerca de tres años, queremos que te unas a la asociación y que formes parte del proyecto, haciéndolo de alguna manera tuyo.
Os mantendremos informados sobre la asociación y animándote a construir su futuro