Editorial

Otra vez más, como es costumbre, subimos a nuestro editor al que él llama «El Tajamóvil» pero en puridad, por lo viejito que está, es una réplica moderna del Troncomóvil de los Picapiedra. A ver si estas ediciones llegan algún día a sufragar un transporte algo más apañado, pero como dice el refrán: «Ilusiones, pretensiones y jorobas, son tres males incurables».

Nuestros colaboradores nos traen a estas páginas, nuevos artículos que ilustran nuestro pasado y el de nuestras localidades: Pascual Sánchez nos ilustra sobre el Museo de los Corporales que inaugurado en 1.939, nos ofrece una magnífica colección de pintura gótica y otras obras textiles y de orfebrería muestras que atestiguan la importancia histórica de la ciudad. Manuel G. Gargallo, escribe sobre el antiguo frontón de Fuentes Claras, hoy en desuso deportivo, pero que es testigo de tradiciones y actividades sociales del municipio. Por último, Fernando Álvarez de Toledo nos habla de una aventura juvenil: Por la vía rápida.

Nuestra revista, se traslada a Báguena, allí nos recibe Luis Calvo Lozano, para hablarnos de la Casa Calvo, un edificio de tres plantas que data del siglo XVII y que nos da muestras de la importancia de Báguena, en la comarca del Jiloca. «Vocación de servicio» es una reflexión de nuestro editor, a cerca de la política y los políticos de nuestro tiempo. También reflexiona sobre el papel de nuestros mayores en un artículo bajo el título: «Aprender de los mayores».